Caminar una montaña es similar a muchos aspectos de nuestras vidas. Comenzamos en la base y luego alcanzamos altas y bajas a nuestro propio ritmo. Hay lucha, agotamiento, posiblemente arrepentimiento junto con una sensación de calma y perseverancia.Sin embargo, una vez que se alcanza la belleza de una cumbre, nos damos cuenta de la importancia de todo el trabajo que nos lleva a ese momento exacto.
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Esta nueva habilidad de nadar en la que su hijo progresará se parece a escalar una montaña. Comenzaremos desde abajo y alcanzaremos un nuevo nivel todos los dÃas. Algunos dÃas puede que no haya mucha escalada, pero los dÃas más difÃciles seguirán con un gran avance. Requerirá confianza, apoyo y compromiso de todos nosotros.
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Mi hijo ahora es parte de una estadÃstica de ahogamiento y quiero mantener a su hijo lo más lejos posible de unirse a eso. Lo que más necesito de ti durante las lecciones es que "recuerdes la cumbre".
Recuerde nuestro objetivo de mantener a estos bebés seguros y hábiles en el agua.